Ser provida es defender la vida de los demás desde su inicio a su término como el valor básico sobre el que se asienta la convivencia en sociedad. Los provida no solo opinamos que la vida comienza en la fecundación y acaba en la muerte natural sino que nos comprometemos en obras y acciones...
Ser provida es defender la vida de los demás desde su inicio a su término como el valor básico sobre el que se asienta la convivencia en sociedad. Los provida no solo opinamos que la vida comienza en la fecundación y acaba en la muerte natural sino que nos comprometemos en obras y acciones para proteger el derecho a la vida de todo ser humano concebido y el derecho a una muerte digna y no procurada de todo enfermo terminal. Ser provida es un compromiso vital que mueve a la acción, por eso a los provida se nos nota nuestra condición.
Se nos nota, en primer lugar, en que nos asociamos para procurar la liberación de tantos seres humanos que se encuentran indefensos ante la violencia que se ejerce contra ellos para causarles la muerte. Nunca antes en toda la historia de la humanidad una idea, la de que la vida de los más débiles depende de la opinión de los que tienen poder sobre ellos, había causado tanta muerte y tanta injusticia como ahora. Las víctimas se cuentan por millones y la mayoría de los estados miran para otro lado a la hora de proteger y defender el más básico de todos los derechos. Ante esta situación los provida nos juntamos: unimos nuestros esfuerzos a los demás para representar un impulso eficaz que salve vidas. El provida no va por libre defendiendo una opinión personal: se une a otros para hacer frente a una de las mayores injusticias de que ha sido testigo la historia humana.
Los provida, por otro lado, predicamos también con el ejemplo. Nuestro compromiso con la vida se nota en que la cuidamos y respetamos integralmente. Por eso rechazamos todo aquello que ponga la vida humana en situación de riesgo evitable, tanto la propia como la de todos. Sería incoherente que un provida adoptase rutinas, hábitos y vicios que desdijeran lo que afirma defender. Así, un provida rechaza las drogas por respeto a su vida, rechaza superar los límites de velocidad por respeto a la vida de los demás, y rechaza el deterioro medioambiental por respeto a la vida de todos. Pero, además, la coherencia va más allá de sus acciones y llega también a sus opiniones: un provida no puede estar a favor de la pena de muerte ni de la violencia mortal en ninguna circunstancia.
A los provida se nos nota nuestra condición, en tercer lugar, en que respetamos sobremanera la maternidad. Por un lado fomentamos el apoyo al entorno que mejor procura la concepción: el compromiso de amor en la familia estable. Por otro lado hacemos todo lo posible para aliviar la situación de angustia que a veces puede sobrevenir ante un embarazo inesperado. Pensamos que el respeto a la maternidad comienza y se fundamenta en la educación y pasa necesariamente por la ayuda a las madres gestantes. Los provida defendemos una educación para el amor y la responsabilidad que fomenta el autodominio. Asímismo apoyamos con todos nuestros recursos y energías los centros de acogida a la vida que hemos contribuido a formar allí donde desarrollamos nuestra labor.
En cuarto lugar, por último, a los provida se nos distingue en la medida en que aspiramos a fundamentar nuestra misión mediante una continua actualización del conocimiento y en que dispensamos y regalamos nuestras ideas sin descanso. La formación y la difusión permanentes forman parte de la razón de ser provida y es en el ejercicio racional donde encontramos justificación para nuestros desvelos. Por esto pensamos que nuestro compromiso social y público presta un servicio inestimable al avance de la ciencia y al desarrollo humano. No existe progreso posible que no tenga la vida como fin. Por el contrario sabemos que la mediatización y el consumo de vidas para cualquier interés rinde a la ciencia que lo ampara esclava de la tiranía y abre la puerta a la más cruenta de las dictaduras y a la opresión.
Los provida nos sabemos rebeldes. No nos conformamos con la impunidad que ampara el desprecio a los más débiles y queremos cambiar este estado de cosas. Nuestro proyecto no es de ningún partido o iglesia sino un reclamo de dignidad universal que ampara la justicia y que debe proteger el derecho. Nos damos cuenta de que hay mucha gente de acuerdo con nuestros ideales y queremos invitarles a defender la vida con su vida. Aquí cabemos todos independientemente de nuestra opción política, religión, renta, procedencia, o capacidad. Queremos alumbrar un nuevo mañana que respete al ser humano sin importar su etapa de desarrollo, su edad, sus características físicas o psíquicas, su salud y su origen, y este mañana pertenece a todos. Por eso te pedimos que si no lo has hecho ya te unas a nosotros: muchas vidas te lo agradecerán de por vida.
Provida Valencia
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